Coloca el SAIS en un lugar seco, ventilado y libre de humedad. Asegúrate de que esté alejado de fuentes de calor y no esté expuesto a temperaturas extremas. Evita la exposición a la luz solar directa.
Deja suficiente espacio alrededor del SAIS para una adecuada circulación de aire. No obstruyas las rejillas de ventilación para evitar sobrecalentamientos y daños al dispositivo.
Si el SAIS utiliza baterías recargables, verifica periódicamente su estado. Reemplázalas si muestran signos de desgaste o daño. No dejes que las baterías se descarguen completamente con frecuencia.
No intentes abrir el SAIS ni modificar sus componentes internos. Si necesitas repararlo, contacta con un técnico especializado o el fabricante.
Las baterías del SAIS deben ser manipuladas con cuidado. No las expongas a temperaturas extremas ni las dejes caer. En caso de fuga de ácido o mal funcionamiento, sigue las indicaciones de seguridad del fabricante.
Evita que el SAIS sufra caídas o golpes, ya que esto puede afectar su funcionamiento o dañar los componentes internos, especialmente las baterías.
Asegúrate de que el SAIS esté fuera del alcance de niños y mascotas para evitar que jueguen con él, manipulen cables o interfieran con su funcionamiento.